martes, 24 de noviembre de 2009

Glosario

¿Qué es violencia?
La violencia, es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños físicos o psíquicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que también puede ser psíquica o emocional, a través de amenazas u ofensas. Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, el abuso psíquico y el abuso sexual. Sus causas pueden variar, las cuales dependen de diferentes condiciones, como las situaciones graves e insoportables en la vida del individuo, la falta de responsabilidad por parte de los padres, la presión del grupo al que pertenece el individuo (lo cual es muy común en las escuelas) y el resultado de no poder distinguir entre la realidad y la fantasía, entre otras muchas causas.

¿Qué es violencia familiar?
Son innumerables las formas de violencia familiar. Puede pensarse en violencia hacia los mayores, entre cónyuges, hacia los niños, las mujeres, los hombres, los discapacitados, etc. Además siempre es difícil precisar un esquema típico familiar, debido a que la violencia puede ser física o psíquica, y ocurre en todas las clases sociales, culturas y edades. La mayoría de las veces se trata de los adultos hacia uno o varios individuos.
En la práctica el maltrato tiende a "naturalizarse" es decir se torna cotidiano sobre todo a través de conductas violentas que no son sancionadas como tales. Muchas personas que maltratan son considerados (y se consideran a sí mismos) como de mayor poder hacia quienes son considerados (se piensan a si mismos) como de menor poder. Cabe destacar que las personas que sufren estas situaciones suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabilidad dentro del grupo familiar. En este sentido la violencia hacia los niños y las mujeres, estadísticamente reviste la mayor casuística, en cambio los hombres maltratados son solo el 2% de los casos de maltrato (por lo general hombres mayores y debilitados tanto físicamente como económicamente respecto a sus parejas mujeres). También cabe enumerar la violencia cruzada, cuando el maltrato pierde el carácter de aparente unidireccionalidad.
Por lo general quienes padecen estas situaciones tienen reticencia a denunciar lo que ocurre. Los motivos de este recelo ocupan desde hace muchos años a investigadores y profesionales. Por un lado porque se mantiene una espera de un cambio espontáneo de quién agrede, por otro lado se aceptan las disculpas (típicas) de quién agrede, y se creen las promesas que no se lo volverá a hacer (otro rasgo característico), también influye el temor al prejuicio social, las convicciones ético – religiosas, la dependencia económica, el miedo a represalias, la falta de esperanzas en la eficiencia de los trámites jurídicos, etc. Pero quizás el punto más álgido del razonamiento sobre el maltrato se evidencia en el sostenimiento del vínculo violento. En este sentido entran en consideración tanto el aplastamiento psíquico, la baja autoestima, la educación violenta, como también una consideración al suponer una relación signada de vicios y sistemas psíquicos o relacionales, o un posible montaje estructural subjetivo que impide romper el tipo de relación, etc.
Se debe considerar que la situación violenta no solo la padecen quienes sufren golpes o humillaciones, sino también quién propina esos mismos golpes y humillaciones.

¿A qué se le llama violencia sobre la mujer?
Se llama violencia sobre la mujer o violencia contra la mujer a los actos violentos donde el sujeto pasivo es de sexo femenino, aunque generalmente se utiliza para englobar únicamente a aquellos donde el sujeto activo es el hombre, y más concretamente si es su pareja sentimental (violencia de pareja); o únicamente para englobar aquellos actos violentos contra la mujer realizados por motivos discriminatorios sexistas (violencia machista).
Algunos especialistas prefieren referirse al síndrome de la mujer maltratada. Si bien hay un importante número de hombres golpeados, la gran mayoría de los casos se trata de personas de género femenino. Desde el punto de vista estadístico ocurre en todas las edades pero se destaca en primer lugar entre los 30 y 39 años, luego entre 20 y 29 años y más tarde entre 40 y 49 años, le sigue entre 15 y 19 años, para finalizar con las mayores de 50 años. Las mujeres casadas constituyen un 66% del total, el resto lo componen novias, ex parejas, conocidas, amantes, amigas, etc.
La mayor vulnerabilidad femenina no solo se debe a causas físicas, también incide las mujeres suelen concentrar en la mayoría de los casos, la mayor carga y responsabilidad en la crianza de los hijos, además por diferentes cuestiones culturales condensan las tareas hogareñas y mantienen una mayor dependencia tanto económica como culturalmente de los hombres. Una mujer que abandona su vivienda se encuentra en mayor riesgo que un varón, pero debe tenerse en cuenta que las mujeres que dejan a sus abusadores tienen un 75% más de riesgo de ser asesinadas por el abusador que aquellas que se quedan conviviendo.
El 25 de noviembre es la fecha instituida como el día internacional contra la violencia hacia la mujer, en homenaje a que en el año 1960 tres hermanas dominicanas fueran violadas y asesinadas.

Hay varios tipos de violencia.
Según el medio o la forma en que se ejerce:
• Verbal: Es aquella en la cual por la elección de palabras, entonación y volumen de voz se trata de dominar a otra persona, logrando provocar en ésta sentimientos de impotencia, rabia, humillación, vergüenza, inutilidad y vejación
• Física: Se ejerce mediante la invasión del espacio físico o el cuerpo de la persona agredida, o mediante la privación de ese espacio para el libre desarrollo de su vida, limitando su libertad de movimiento, su posibilidad de negación a mantener relaciones sexuales no queridas, etc.
• Psicológica o emocional: Se manifiesta a través de palabras hirientes, descalificaciones, humillaciones, gritos e insultos. Si se desvaloriza, se ignora y se atemoriza a una persona a través de actitudes o palabras, estamos hablando de maltrato o violencia psicológica.
• Sexual: Se refiere al acto de coacción hacia una persona con el objeto de que lleve a cabo una determinada conducta sexual; por extensión, se consideran también como ejemplos de violencia sexual "los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo".
• Económica: Es en la que el agresor hace lo posible por controlar el acceso de la víctima al dinero, tanto por impedirla trabajar de forma remunerada, como por obligarla a entregarle sus ingresos, haciendo él uso exclusivo de los mismos (llegando en muchos casos a dejar el agresor su empleo y gastar el sueldo de la víctima de forma irresponsable obligando a esta a solicitar ayuda económica a familiares o servicios sociales.
• Social: Es una situación que no es accidental, en la cual una persona sufre un daño físico, se ve privado de sus necesidades básicas o es agredido emocionalmente; todo esto como resultado de una acción u omisión por parte de otro miembro de la familia.
Según el ámbito que afecta o de origen:
• Personal.
• De pareja.
• Familiar.
• Institucional.
• Sociedad global.
• Política.

¿Cómo reconocer a estas personas?
Perfil de la mujer violentada:
• Subestima sus potencialidades: tienen baja autoestima.
• Se sienten responsables de los conflictos en la pareja: son culpógenas.
• Abandonan sus proyectos personales: se postergan permanentemente.
• Consideran que su pareja quien debe decidir las cuestiones de dinero e incluso manejarlo.
• Viven en estado de estrés y temor constante: sufren alteraciones físicas y emocionales.
• Tratan de mantener a cualquier precio la armonía en su hogar.
• Responden a un modelo de mujer muy tradicional: sumisa, obediente, callada, hacendosa.
• Cree que nadie puede ayudarla a resolver sus problemas.
Perfil del hombre violento:
• Siempre niega que tiene un problema: minimiza, desestima, justifica, rechaza todo tipo de evidencia.
• Sufre de agresión descontrolada.
• Tiene actitud posesiva y celos exagerados: desconfianza permanente.
• La culpa siempre es de los otros: es incapaz de hacerse cargo de reconocer sus errores.
• Tiene una falsa imagen: doble personalidad “como si”.
• No busca alternativa al conflicto.
• Tiene cierta tendencia a consumir alcohol o drogas: estimula la irritación e inhibe el autocontrol.
• Responde a un modelo de hombre muy tradicional: cree en la superioridad del hombre y que la mujer es un ser inferior, por lo tanto está para servirle.
Ciclo de la violencia:
1. Acumulación de tensión: aparecen incidentes menores que se incrementan en intensidad y frecuencia, generalmente los ataques son verbales.
2. Explosión violenta: es un incidente grave que puede ir desde un empujón hasta el homicidio. La descarga agresiva es generalmente física y deja a la mujer además de lesionada, en estado de shock emocional.
3. Luna de miel: Se produce la manipulación afectiva, el hombre manifiesta arrepentimiento, pide disculpas y promete cambios. La mujer que lo perdona, acepta y queda sometida.
4. Conclusiones:
• No distingue ni contextura física, ni clase social, ni nivel de educación.
• Es muy bajo el porcentaje de hombres violentos que concurren a grupos de autoayuda o reciben tratamientos, salvo que medie una orden judicial.
¿Por qué estas situaciones continúan?

En cuanto al punto de los motivos por lo que una relación continúa pueden pensarse dos corrientes básicas.
La postura tradicional, que plantea que al vivir atemorizadas por represalias, los golpes, por la posible quita del sustento económico, las órdenes irracionales y los permanentes castigos, manifiestan un estado general de confusión y desorganización, llegando a sentirse ellas mismas culpables por la situación, y desconociendo así la educación patriarcal y machista que involucra a la mayor parte de las sociedades.
Otra postura se plantea del mismo modo la condena a la educación típica donde las mujeres aparecen con un lugar desventajoso, pero se detiene también en los modos estructurales de relacionarse, los montajes de relaciones. No hay que confundir esta idea con un razonamiento contrario que diría que si una persona sostiene una relación se debería a que esta sería placentera. Es evidente que una mujer golpeada no siente placer alguno, pero si entran en juego componentes subjetivos tales que en la práctica validan relaciones no placenteras.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Presentación

Somos alumnas de la Escuela de Educación Media N° 9 "Justo José de Urquiza" de la ciudad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, República Argentina.
Materias: Proyecto y metodología de la investigación y Cultura Virtual.
Tema: Violencia familiar contra la mujer.
Profesores: Fernanda González y Martín Maglio.
Alumnas: Brenda Baldés, María José Morales y Mariana Domínguez.